17 septiembre 2005
Crítica: Comentarios Breves
Cuentos de Tokio (Tokio Monogatari, Yasujiro Ozu, 1953). Es buena película, aunque no alcanzo a entender por qué está tan idolatrada. No pasa nada, casos de estos hay mil en la historia del cine y si a todos nos gustasen las mismas películas, mal iríamos con esta masturbación cinéfila eterna. El arranque es interesante en lo que al concepto de “arranque inmediato” se refiere. Después, la primera media hora es lenta como ella sola, demasiado recreada en la “poesía visual”. Consigue ganar interés conforme avanza y va delimitando una crítica al concepto de familia y sus diferentes individuos que haría temblar a Esperanza Aguirre. Gana calidad según avanza, es para mi una película notable (7).
Duelo Silencioso (Shizukanaru ketto, Akira Kurosawa, 1949) Padece síntomas inversos a los cuentos de Ozu. El arranque de la historia atrapa, el drama personal del doctor Kyoji Fujisaki (un genial Toshiro Mifune, célebre actor japonés) y su enfermedad, su obsesión por ocultarla y su gran pena interior están narrados con la angustia que corresponde. Como le ocurre a muchas películas, el final se alarga innecesariamente, haciendo que lo que podría ser una película sobresaliente sea también notable (7)
Diarios de motocicleta (Walter Salles, 2004) son una conseguida recreación de los viajes de Ernesto Guevara (mucho antes de ser “Che”) con su amigo Alberto Granados por América Latina. Es una película bien narrada, amable y correcta, de una fuerza visual impresionante y con intérpretes más que buenos (Gael García Bernal, de sobra conocido, y Rodrigo De