“El foro de la Bestia”, que tanto me ha ayudado a rellenar hueco por estos lares, me dio una agradable sorpresa con el cortometraje “Personas Mayores” de Suda Sánchez, una obra de tintes surrealistas y misterio que me ha hecho disfrutar como un enano.

En los años 80, en una residencia de ancianos aparentemente en estado de semiabandono por parte de sus propietarios, el encargado de la vigilancia de las personas mayores mata el rato vendiendo medicamentos a unos colegas deseosos de emociones fuertes. En una noche fatal, todo termina de la peor manera posible. Mientras el encargado vende medicamentos a sus compinches, dos jubilados asustan con sus viejas rencillas (uno es coronel, con eso lo digo todo), al tiempo que disfrutan con la marcha que una vieja cupletista imprime a sus colegas de alojamiento. Las peores combinaciones acontecen y el tema acaba como el rosario de la aurora, aunque al menos la policía demuestra nuevamente su eficiencia.

La propuesta de Suda Sánchez es entretenida y bizarra, pero también cuidadísima. Con sentido del humor la historia no deja de ser una peli de misterio a la antigua, una de aquellas de viejos caserones con crímenes incluidos. Sólo que esta incluye elementos freaks que se agradecen, como los roles desempeñados por los actores mayores, sobre los que por cierto el director contó anécdotas entrañables. A parte de los mayores debo resaltar, y resalto también, las actuaciones de los actores jóvenes, y es que el elenco es de una calidad fuera de lo común en los cortometrajes.

El apartado técnico merece mención aparte también por su calidad. La construcción es simple pero efectiva y las sorpresas surgen a lo largo de la historia, así que si tienen la posibilidad de hacerse con este corto o verlo, reserven 15 minutos de su tiempo para echarles un vistazo.

El molómetro de Sonic:

Con esta breve reseña finaliza mi repaso a los tres cortometrajes que pude ver el pasado lunes, espero que haya sido de su agrado conocer un poco más del mundo del cortometraje, un mundo que se mantiene desconocido pero que reporta grandes sorpresas.

De paso, y si me leen, me gustaría indicar a los autores reseñados mi interés por conseguir sus obras y, si eso, que utilicen sus contactos para conseguirme estas “Personas Mayores”.

# posted by Antonio @ 17:20 |

¿Qué pasaría si pudieses vender tus secretos?. En un mundo mercantilizado, todo puede llegar y en esta ocasión el cortometraje trata, por así decirlo, de la relación cliente-empresario entre un tipo con un oscuro secreto y la empresa que se lo compra.

El intríngulis surge cuando uno de los clientes de dicha empresa resulta conocer también el secreto del personaje principal. Esto genera multitud de dudas en el personaje, que sin embargo se decide finalmente a vender su secreto.

Aunque el argumento parezca un tanto enrevesado y con mis explicaciones pueda parecerlo más, lo cierto es que en el visionado del corto todo queda más claro.

Planteada la situación ficticia, que además me parece un gran acierto por parte de sus creadores, la tensión se vuelca, en primer lugar, en conocer cuál es el secreto que ha causado tanto interés en la empresa y, en segundo lugar, por qué ha causado una “interferencia” por parte de otro de los clientes.

Pese a las carencias presupuestarias, el cortometraje está más que logrado y consigue atrapar prácticamente desde el primer momento. El reparto está muy conseguido y me apetece señalar además los diferentes cambios cromáticos o de iluminación que ayudan mucho a la trama y además , que narices, quedan muy bonitos porque yo lo digo.

Para no variar la dinámica de la tarde, el final es también inesperado y contribuye más, si cabe, a enredar el asunto y dejar al personal con la cabecita loca.

Una obra muy conseguida que además supone una interesante y positiva evolución de sus creadores.

El molómetro de Sonic:

# posted by Antonio @ 00:15 |

El visionado de “El límite” era algo que me producía una tremenda curiosidad desde que tuve noción de su existencia hace quizá dos años, gracias a los comentarios del señor Refo en el foro “Cinexilio”. Pude conocer el weblog del amigo Refo y obtener, creo que también de dicha bitácora, el diario de rodaje.

Estuve pendiente de sus diferentes estrenos y no pude acudir a uno anterior celebrado en Madrid, cuestión que me fastidió sobremanera y que no hizo sino aumentar mi curiosidad por esta pieza corta.

La tarde de ayer fue la adecuada y no crean que no hubo casualidades, pues debía de hacer unas gestiones por la zona de la FNAC y no sabía si me daría tiempo o si, dándome tiempo, cogería sitio. Se alinearon los planetas y por fin pude disfrutar como se debe del célebre “límite”.

Se trata de una obra gótica y oscura, una historia que alcanza en sus breves minutos de proyección toda su magnitud artística. La historia de una persona con una vida relativamente normal cuya vida gira drásticamente al conocer a un señor que se dedica al noble oficio del asesinato. Nuestro protagonista comienza a actuar como secuaz del asesino al tiempo que siente repulsa por todo lo que hace. Quizá los bajos fondos de la sociedad salmantina le seducen más que una vida típica con jefe, coche y sueldo, lo cierto es que se ve atrapado en un mundo peligroso hasta el punto de sufrir importantes trastornos personales.

Toda esta situación confluye en un punto concreto, el momento en que el asesino le pide a su secuaz que ya le toca matar y demostrar su valía, romper con los tapujos que asaltan su mente y matar a la víctima que corresponde. En una discusión donde los principios personales de cada uno salen sobre la mesa, el final será el más inesperado.

La obra de Refo es, de las tres que pude disfrutar con serenidad en la tarde de ayer, la más cercana a mis gustos cinematográficos. No digo que sea la que más me gustó de las que vi (aunque me gustaron todas, ya anticipo que mi premio va para “Personas Mayores”), sino que demuestra un estilo más cercano a mis gustos personalísimos. Los fallos son escasos, pero existentes. Claro que yo no lo habría hecho mejor, pero los diálogos no me convencieron demasiado y el desenlace, que como decía es inesperado en un principio, acaba siendo demasiado evidente. Quizá sean fallos debidos a la inexperiencia o a temer que no se entendiese lo que con imágenes era evidente. Por el contrario, las virtudes son importantes, la fotografía es brutal, los actores son correctísimos, la concepción de la historia es brillante y el estilo, que es al fin y al cabo lo que define a un director, a mi me ha llegado al alma.

El molómetro de Sonic:

# posted by Antonio @ 20:16 |

No sólo pude disfrutar de unos muy interesantes cortometrajes, sino que además pude conocer a los señores Refo, Forfy y Dani Lebowski, referencias blogoesféricas de gran calado en mi persona. Las prisas de unos y otros, yo incluido, eliminaron la posibilidad de debatir y tomar unas garimbas con tan destacados personajes, pero al menos pude felicitarles por sus diferentes cortometrajes.

Dado que vi unos cortometrajes, que menos que reseñarlos en estas humildes páginas. Aunque la cita constaba de cinco cortometrajes sólo pude disfrutar en condiciones de dos. Llegué tarde y sólo pude ver los últimos minutos de “Es un mundo extraño” de Xavier Daura, mientras que durante la proyección de “Pecata Minuta” de Juanjo Iglesias estuve más centrado en aposentarme en mi recién hallada butaca y centrar mi mente… y el corto es tan corto que no me dio tiempo a introducirme en el.

Así pues, pude visionar “El Límite” de Miguel Ángel Refoyo, “Una puerta cerrada” de Daniel Romero y Raúl Garán (y Forfy como ayudante de dirección) y “Personas Mayores”, de Suda Sánchez.

En próximos días podrán disfrutar de mis reseñas sobre los tres cortometrajes. Saben ya de sobra que mi arte en la crítica cinematográfica brilla por su ausencia y que más bien comento ideas sueltas, pero aun así espero que los señores a los que cito, a los que deseo la máxima suerte profesional, queden complacidos con las letras que les dedico.

# posted by Antonio @ 23:02 |

Me tienen hasta las narices la SGAE y sus amigos. Así que he decidido que si, que me imagino un mundo sin Bisbal. Cada vez que nos hablan de la muerte de la música esta pandilla de papanatas me entra la risa. ¿Me está diciendo el señor Teddy Bautista que la música es un invento de la industria musical?. Los trovadores y juglares de antaño no existían, porque no existía la SGAE ni la industria. No existía el tam tam ni la flauta travesera. La dulzaina y el tamboril los inventó la SGAE para que hubiese música, al igual que la música sacra. Mozart, lógicamente, era un tipo que vivía de la SGAE, al igual que Beethoven. Si los inspectores de la SGAE, tan avanzados para su época, no hubiesen recaudado todos los fondos para Ludwig y Wolfgang, su obra no nos habría llegado intacta. “Scotland the brave”, el himno de Escocia, no habría sido posible sin la estimable ayuda de la SGAE. No, no busquen tres pies al gato, la gaita escocesa, la bravura rebelde o el deseo de transmitir sentimientos de una manera artística no influyeron en la creación del que es probablemente el himno más bello de la tierra. No, amigos y amigas, se lo debemos a la SGAE.

Me imagino un mundo sin Bisbal y sin industria musical. Sin payasos pseudoartistas cuya única pretensión en la vida es vivir del disco que grabaron hace 30 años y de la multa preventiva sobre los cd’s que es el célebre canon de la SGAE. Tipos como Ramoncin, Victor Manuel o Teddy Bautista son un cáncer para el arte. La SGAE es uno de los lobbies más importantes de esta monarquía bananera, un lobby consistente en que unos mendas que hace cien años grabaron un disco se han constituido en defensores a ultranza de la música, adalides del arte y la creación intelectual. Para esta gente la música no es un medio de expresión artística. Tampoco es un trabajo, pues yo no veo que hagan conciertos semanales, ni siquiera es una afición más, pues hace años que no conozco novedades de los cabecillas de la SGAE. Lo que buscan, como ya sabrán todos y todas, es seguir chupando del bote.

Así que, amigos y amigas, me temo que lo más coherente que podemos hacer es cargar las alforjas de nuestra mula hasta que el animalico muera de cansancio. Por un mundo sin industria musical. Viva yo y mi estómago.

(aunque no lo parezca, Bisbal me parece un tío "majete")

# posted by Antonio @ 22:44 |

Hace ya un tiempo hablaba de la última película que vi (que triste, por cierto, cómo he bajado últimamente mi ritmo de visionado de películas), se trataba de Fahrenheit 451 de Truffaut, y hablaba así mismo de mi difícil relación con este director.

Por fin puedo decir que nos llevamos bien. No super bien, pero si moderadamente bien. Vaya, que nos hemos hecho amigos.

Mi madre, que es una santa mujer pero que en términos cinematográficos deja bastante que desear, me decía que ella en realidad era una amante del cine y para dotarse de argumentos potentes hablaba de su amor por la película que nos ocupa. Aunque ahora sólo vea comedias románticas, antaño parece ser que reconocía el buen gusto. Cómo yo tampoco la hacía demasiado caso, optó por conseguir de una manera digamos no demasiado lícita esta obra de Truffaut, así que por fin me he decidido a verla, aunque con cierta incomodidad porque la calidad no era la más deseada, todo sea dicho.

La noche americana me parece una película preciosa porque trata del rodaje de una película, “Je vous presente Pamela”, y sus entresijos. La atmósfera está tan maravillosamente bien recreada que en ocasiones incluso llegaba a pensar que realmente yo estaba viendo, a través de una pequeña pantalla, como se rodaba esta película. Sólo en pocos momentos me daba cuenta de que no, de que lo que estaba viendo era una película de Truffaut y no una ventanita hacia un rodaje de verdad.

El propio Truffaut interpreta el papel del director de la película, lo que probablemente recoja sus frustraciones personales y vivencias a lo largo de la carrera, incluyendo sus sueños durante los rodajes, escena que por cierto es bellísima.

Todos los detalles del rodaje se ven reflejados, problemas personales de los actores, exigencias de producción, aspectos externos, imprevistos, cambios de última hora…

Entre las interpretaciones, todas notables, me quedo con la de Jacqueline Bisset, cuya mirada me ha enamorado por completo y su presencia me abrumó desde que salió por primera vez en la pantalla. Un nuevo amor platónico para mi lista, espero que mi señora me perdone esta licencia de ir recopilando amores utópicos por todas partes. Además Valentina Cortese ganó un Oscar por su interpretación, premios que por otra parte me traen sin cuidado pero aun así debía comentarles el detalle.

Cine dentro del cine, un tema más que interesante , muy didáctico y que tanto para los que nos gusta el cine como para aquellos a los que no les interese tanto, consigue mostrarnos el funcionamiento de un rodaje de una mantera entretenida para todos.

El molómetro de Sonic:

# posted by Antonio @ 22:57 |