Ayer estrenó la nueva cadena Cuatro la serie británica Roma. Un producto que según anuncian en la publicidad (no me he molestado en comprobarlo, para algunas cosas soy bastante crédulo) tuvo bastante éxito.

Producido por la BBC, consta de 12 capítulos y recrea la caída de la República en Roma y el nacimiento del Imperio (ya saben que a mi estas cosas me gustan, es como la Guerra de las Galaxias pero en antiguo).

En la noche de ayer me decidí a echarle un vistazo y creo honestamente que no tiene desperdicio y que, al margen de las series antiguas que reponen en Cuatrosfera (muy buenas la gran mayoría), es el mejor producto que podemos ver en la nueva televisión.

Es normal que una nueva televisión no arranque con grandes éxitos, son todo programas nuevos y no se puede enganchar al público. La introducción progresiva de nuevos programas, suficientemente anunciados, es lo que dará éxitos a la cadena.

En este caso, la serie Roma me ha gustado por su realismo, su calidad narrativa y su gran ambientación. No requiere demasiado conocimiento histórico, pues las situaciones son expresadas de manera muy clara. Han tomado la loable decisión de mostrar la realidad tan cruda como es, por eso muestra sexo explícito (que no gratuito) y violencia. Seguramente las asociaciones de padres histéricos, en vez de dedicarse a educar a sus hijos como padres que son, al dejar toda esta labor en manos de la televisión se opondran a imágenes tan crudas (aunque sean a las 22:00), pero narrativamente siempre he estado en contra de los remilgos. Si bien no siempre hay que ser explícito, es bastante cansino ese exceso de pudor en muchas producciones, con un “tápeme aquí ese pito/esa teta”, lo más que conseguimos es cutrez visual.

Me cuesta bastante engancharme a los productos televisivos, pero creo que esta serie promete y me parece más que aconsejable que el próximo martes le echen un vistazo.

Por cierto, con 8.8% de audiencia, Roma sobrepasa en un 3.5% la media de la cadena. Buen dato.