18 diciembre 2005

 

La caja del terror: Vuelven Los Serrano

Cada vez veo menos la televisión, pero sigo de vez en cuando cayendo en la trampa del zapeo a destajo en momentos de aburrimiento supino y eterno. No se si fue ayer o anteayer la última vez que visité la caja del terror sin ningún fin especial salvo el de ir cambiando de canal de manera sucesiva hasta encontrar nada en absoluto.

En lo que caí, sin embargo, fue en los anuncios y promociones. A parte de la sobrecarga juguetera (¡por Trinidad y Tobado! – dedicado al cantante de Sin Razón-), hubo un anuncio que me aterrorizó en exceso: Próximo Martes, en “praim taim”, vuelven “Los Serrano”.

Es una serie que detesto, que me parece lamentable y que no me explico su éxito. Mejor dicho, prefiero no explicármelo, pues la explicación hace que pierda la fe en la humanidad. Al igual que “Ana y los siete”, sobrepasa todos los niveles del patetismo catódico.

He de reconocer con cierta vergüenza que al principio seguía “Los Serrano”. Nunca me ha parecido buena, pero en sus primeros episodios podía tener cierta lógica. Un viudo y una divorciada se casan, se juntan con sus respectivos cónyuges e inician una nueva fase de convivencia conjunta. Aunque responda a los cánones de la serie familiar, lo cierto es que el argumento en un primer momento podía funcionar, quizá era la novedad.

Entre los actores adultos, el principal reclamo era Antonio Resines, un buen actor pero algo sobrevalorado, estaba más que correcto en su papel. Belén Rueda me pareció y me sigue pareciendo todo un descubrimiento que en “Los Serrano” mostró sus tablas, luego reconocidas por Alejandro Amenabar. Los secundarios adultos cumplían a la perfección, incluso Bonilla hacía mucha gracia. Además una gran intérprete como Julia Gutiérrez Caba ponía un punto de decencia interpretativa. Sostengo que Belén Rueda sigue bordándolo, Antonio Molero (Fiti) es probablemente el que más gracia tiene, mientras que el personaje de Antonio Resines ha involucionado y el Bonilla sobrecarga las neuronas con tanto grito histriónico.

Los jóvenes desde el principio fueron lamentables. Fran Perea de por sí me parece uno de los actores más patéticos que el panorama televisivo ha parido. Verónica Sánchez cumple más que bien dentro de los límites de su papel, pero su personaje no tiene ni pizca de gracia. Han cansado hasta el límite con la relación Marcos-Eva, ahora sí, ahora no, ahora me lío con Elsa Pataky (creo que aquí es donde la serie tocó fondo), ahora viene mi novio catalán, a mi padre le da un infarto… han alargado la trama hasta el hartazgo (o hartura). Que lo alarguen significa que hay gente que lo sigue. Un día junto a mi hermano estuve haciendo una “ronda freak” por foros y chats de esta serie y es increíble como los críos de 15 años se desviven por este culebrón en toda regla.

De entre los jóvenes si que es más que destacable el papel de Alejo Sauras, me parece un gran actor en espera de una mejor oportunidad.

Los que son lamentables en un 90% son los niños. Especialmente EL NIÑO, el Guille, un chaval que en la serie parece tonto del culo y que por lo visto según algunas fuentes cercanas lo es también en persona. El resto no es que actúen mal, es que las tramas infantiles son vomitivas, absurdas, un sinsentido que dan ganas de cortarse las venas.

Las series para toda la familia suelen tener esto. Una trama inicial que se desvanece hasta caer en el absurdo pero que deja en sus diferentes personajes la responsabilidad de “enganchar” al personal. Conozco gente que ve los Serrano porque le hace gracia Fiti, otros porque les gusta cuando sale Belén Rueda, chavales que siguen el culebrón Marcos-Eva o críos que lo pasan bomba con las andanzas de los pequeños. Me incluyo entre los que nos hemos reído con alguna frase tipo “la mirada sucia” u otras perlitas que sin duda, es justo reconocerlo, nos ha dejado la serie en alguna ocasión.

A esto añadimos subproductos como los cd’s de Fran Perea (que al menos sabe cantar relativamente bien, todo lo contrario que interpretar… el hombre monogesto) o algo más lamentable como es Santa Justa Klan, el grupo hip-hop más terrorífico que jamás se haya visto.

Para esto es para lo que hacen las series de este tipo, con lo que tampoco me extraña demasiado. Alargar hasta el infinito productos de dudosa calidad que por A o por B enganchan en pequeños grupos y por pequeños motivos a diferentes personas de diferentes edades, sexos, gustos…

Los Serrano tuvo sin embargo la oportunidad de terminar con dignidad en su anterior campaña, cuando más o menos la totalidad de los principales personajes seguían por ahí pululando. Ahora vuelven mermados en su reparto y la calidad cada vez menor. Sus propios responsables lo saben y han tomado una medida inteligente, cambiar la serie de los miércoles a los martes, para evitar el enfrentamiento directo con la que es a día de hoy la mejor serie de producción estatal, la divertidísima Aquí no hay quien viva.


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