No se si están al tanto de la más vigente actualidad, pero ahora circula por las televisiones y los periódicos - de tanto en tanto- y también por el Congreso, un señor que se llama Ignacio Buqueras que es experto en el horario.

Es un tipo que lo sabe todo sobre el horario. Y ha llegado a la conclusión de que algo funciona mal por aquí, que trabajamos mucho y descansamos poco. Tiene razón. Hace un tiempo salió una estadística diciendo que este es el país donde más se trabaja de la UE (más que en Alemania , Bélgica, Holanda... rompiendo mitos) y con menos eficacia.

Hasta aquí estamos de acuerdo. Lo que ya me toca las narices es la solución que ha encontrado este señor: debemos adaptar nuestro modo de vida al de la Unión Europea. Comer a las 12, cenar a las 18:00, irnos a dormir prontito. Una de las cosas que más me gusta del sitio donde vivo es que somos probablemente los ciudananos de la Unión Europea que más vive la vida. En vez de ser robots como nuestros vecinos (y somos bastante robots), aprovechamos 16 de las 24 horas del día. Una buena parte (demasiada) se va en trabajar, pero el resto queda en la calle, en los bares, los conciertos, las terrazas, lo que sea.

Y, digo yo, ¿no será más lógico adaptar nuestros horarios laborales a nuestro estilo de vida?.

Me repatean bastante los expertos del mundo.