24 enero 2006
Navegando: Refo y Lost
Ya saben ustedes que a mi me gusta mucho "Lost". Y ya saben también que como ando de exámenes mis neuronas están bastante flojas, así que lo que haré será plagiar un texto ajeno.
Ni siquiera plagiar entero, les pongo el principio y enlace para que lo lean en su sitio original. Es lo que escribe Refo sobre Lost.
Ni siquiera plagiar entero, les pongo el principio y enlace para que lo lean en su sitio original. Es lo que escribe Refo sobre Lost.

Vale, he tardado mucho. Demasiado, diría yo. Pero hago efectivo el noble proverbio que más vale tarde que nunca.
No hace falta empezar diciendo que las ajetreadas vidas de catorce de los 48 supervivientes del vuelo 815 de Oceanic con rumbo a Los Angeles desde Sydney en una isla perdida en medio de la nada ha resultado un fenómeno televisivo sin precedentes. Sería hacer hincapié en lo enfático. Ya inmersa en su segunda temporada (que ansío ver por las muchas dudas inconclusas esbozadas en esta primera tanda), ‘Lost', al menos sus primeros 25 capítulos, en mi humilde opinión, se adivina como un producto prestidigitador, espléndido y sobrenatural donde los haya, pero en el fondo bastante astuto y embaucador con sus planteamientos y su lento desarrollo, minado de atractivos orientaciones misteriosas, disimuladas tras un enorme ‘mcguffin’ de fondo que resulta ser una artimañaza perfecta para alargar la angustia sobre qué es lo qué pasa exactamente con la isla de los secretos. Así como el inexplorado contexto juega con los náufragos, la serie (en este caso, los guionistas) juega a su gusto con el espectador.
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(si quieres, claro)