07 mayo 2006

 

He visto... Los Goonies

Los Goonies (The Goonies, Richard Donner, 1985)

Los viajes a la infancia son propios de mentes nostálgicas, que tienden normalmente a la depresión, o de mentes freaks que, hastiadas del entretenimiento actual, prefieren regresiones que les permitan disfrutar en las mismas condiciones que cuando uno no sabía el mundo en que vivía ni analizaba los elementos artísticos de una película. En mi caso rizamos el rizo porque lo mío es nostalgia freak, que es la potenciación máxima del cerebro humano.

Ya alguna vez les he comentado que aunque yo era un niño bastante bueno y serio, parece ser que de vez en cuando me ponía pesado y entonces me ponían las mismas películas una y otra vez. Así pues, sobre estas películas mi incapacidad de analizarlas seriamente (si es que alguna la analizo seriamente) es inexistente.

Los Goonies era, por supuesto, una de estas. Cuando la estrenaron yo contaba dos añitos, pero el primer día que la pusieron por la tele mi madre debió grabarla para el Video 2000 y ahí comenzó el romance. Han pasado muchos años hasta que la he vuelto a ver. He adquirido un DVD bien barato que además contiene un videoclip de Cindy Lauper cantando la canción de la película, ¡casi na!. Más ochentero es difícil, aunque no imposible.

Dirigida por Richard Donner (director que prácticamente sólo ha hecho frikadas como Superman o Arma Letal), los Goonies narra las aventuras de unos chavales que deprimidos por la futura pérdida de sus casas (un millonario del pueblo va a construir un campo de golf), pasan su última tarde juntos. Por casualidades de la vida en casa de Mickey (interpretado por Sean Astin, que es, si Samsagaz Gamyi en El Señor de los Anillos) encuentran un mapa del tesoro del viejo pirata Willy El Tuerto. Esto puede parecer rebuscado, pero es que el padre es director de un museo o algo así y los trastos que sobran los tiene en su trastero, que sirve para eso, para guardar trastos.

Pese a que su hermano mayor le impide emprender la aventura del tesoro (con el que pretenden solucionar los problemas económicos de sus familias y mantener sus casas) y sus amigos son temerosos, finalmente Mickey les convence para iniciar su búsqueda.

Esta es la trama de una de las películas de aventuras para toda la familia jamás escrita, que aunque pueda ser infantil, que lo es, está a millones de años luz de las actuales superproducciones ñoñas y cursis. Los Goonies inició , o fue parte de (no estoy seguro de que fue antes, si el huevo o la gallina), una saga de películas en las que grupos de chavales vivían aventuras muy interesantes, como “Una pandilla alucinante” o esa otra en la que un chico (o chica) tenía que cuidar a su hermana pequeña y se encontraban con Thor (¿cómo se llamaba esa?). Es evidente que todas fueron grandes hitos, pero los Goonies mandan.

Los Goonies se rodaron cómo peli de aventuras para chavales y cumplió su cometido hasta límites insospechados, hasta el punto de que es recordada por los últimos nacidos en los 70 y los primeros de los 80 (vamos, la década 75-85) como una obra de culto absoluto. No conozco a prácticamente nadie de esta horquilla que no tenga recuerdos de los Goonies.

Por supuesto, la peli tiene los ingredientes que toda buena película de pandillas de chavales debe tener, exaltando los valores de la amistad y la lealtad, cosa que me parece muy bien, porque luego nos pasamos la vida dándonos puñaladas traperas , es un mal endémico de nuestra sociedad, ¡no se nota que hemos visto todos los Goonies mil veces o que!. Además los Goonies, que narices, son luchadores antiespeculación, cosa que me engancha sentimentalmente con ellos hasta el infinito, porque yo siempre he sido de esos que prefieren casas viejas en el muelle antes que campos de golf para pijos. Y Steven Spielberg, que el tío es un sionista de cuidado y le gusta más el dinero que a un tonto un lápiz, es el que tiene el gesto de ser el iniciador de este invento como son los Goonies.

Muchas pelis de pandillas transcurren en elementos que aportan a la realidad un toque de aventuras. Así, en unas se enfrentan con mafiosos, en otras con dificultades de otras épocas o tiempos, en esta sin embargo los Goonies se enfrentan en primer lugar con las trampas que el pirata Willy El Tuerto dejó en su camino. Pero para colmo, los Fratelli, una banda de delincuentes italianos, se dedican a joderles la existencia.

Los Goonies son una panda como no hay otra igual. Mickey es el chico enfermizo pero aventurero que mete a todos en líos. Su hermano mayor, Brand (Josh Brolin), es el típico chaval cachitas y un poco burro pero con buen corazón. Bocazas (Corey Feldman) es el amigo chulito y flipado. Gordi (Jeff Cohen), el gordito acojonado y metepatas. Data (Jonathan Ke Quan), pues el típico amigo que todos hemos tenido que se dedicaba a hacer inventos que te solucionaban los problemas en cualquier apuro. Stef (Martha Plimpton) es la típica amiga fea del pivón del instituto. Y Andy (Kerri Green), es el pivón del instituto, con todo lo que esto conlleva: su inteligencia es inversamente proporcional al atractivo que despierta en su pueblo, es ñoña e histérica, pero por lo menos es una chica noble que prefiere las aventuras de los Goonies antes de irse con el idiota de Troy, que no sólo la mira el escote sino que es el hijo del multimillonario que va a joder la vida a todos los Goonies.

Por cierto, me consta que se hizo una segunda parte de los Goonies en dibujos animados. No la he visto, si alguien lo ha hecho que me lo comente.

Por último, no quería dejar de mencionar a Sloth, ese mostrenco horrible al que todos en nuestra infancia quisimos como hermano mayor-pequeño a partes iguales. ¡¡Eyyyy chicoooos!!

El molómetro de Sonic:


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